Resulta difícil dar consejos absolutos, ya que hay bastantes factores en juego, pero en general, en macrofotografía, debe huirse de diafragmas superiores al f/16 y tratar de solucionar el problema intentando que los puntos principales del espécimen a fotografiar estén todos en un plano perpendicular al eje óptico del objetivo.
Para fotografía general y para objetivos de focal media y mediana calidad, normalmente, la máxima calidad de imagen se obtiene cerrando aproximadamente unos tres puntos el diafragma por encima de la máxima apertura, como puede verse en cualquier diagrama MTF de objetivos.
Para el que le gusten las recetas y trucos, hace algún tiempo leí una regla para andar por casa que, aunque no tiene ninguna base científica, en ocasiones puede resultar efectiva. Viene a decir que "una óptica empieza a mostrar problemas de difracción cuando su diafragma es aproximadamente igual al resultado de dividir su focal por cuatro". Es decir, para un objetivo normal de 50 mm no debería pasarse de f/11 (50/4=12,5), con un 90 mm se obtendrían buenas tomas hasta f/22, etc.
En fotografía, fuera del campo estricto de formación de la imagen, encontramos también el fenómeno de difracción en ciertos filtros fotográficos de efectos especiales, como los de destellos en estrella, arco iris, en los filtros de corte para ciertas longitudes de onda de uso puramente científico, en los espejos de alta reflectancia, en los filtros anticalóricos de ciertos proyectores de diapositivas, en las parábolas reflectoras de los focos de iluminación dicroicos, etc.